La cadena canadiense Fairmont renovará completamente el Hotel Juan Carlos I, en Barcelona, tras la salida de Husa, que lo gestionó durante más de veinte años.
El nuevo director del establecimiento de cinco estrellas gran lujo, Franck Sibille, ha elaborado un ambicioso plan de renovación integral de las instalaciones y reciclaje del personal dotado con un presupuesto de 37 millones de euros. Este importe lo aportarán al 50% el propietario del hotel, el príncipe Turki Ben Naser, miembro de la familia real de Arabia Saudí, y la compañía hotelera Fairmont.
Las reformas se realizarán por plantas y no será necesario cerrar el hotel. Lo que sí se realizará será un intensivo plan de reciclaje de los empleados, y no se descarta el despido de parte de ellos, no para reducir plantilla sino para relevarlos por personal más cualificado.
Actualmente, el hotel cuenta con 432 empleados, una cifra que arroja un ratio de un trabajador por habitación, ya que el hotel justo cuenta con 432 dormitorios.
El plan de Sibille incluye una primera fase que ha bautizado como detox, ya que su objetivo es «eliminar los malos hábitos» del pasado, como una «forma de pensar demasiado local», indica el director del hotel. En esta primera fase «se sustituirán algunos empleados», indica.
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