Los sindicatos presentes en Renfe han convocado una huelga para el 31 de julio de 2014 en protesta por lo que consideran el «incumplimiento continuado» de los compromisos de la empresa en su convenio colectivo. Dicha huelga coincidirá con la que han convocado los sindicatos en Adif, el gestor de las infraestructuras ferroviarias, que extenderá la jornada de paro al 1 de agosto.
Asimismo, los sindicatos consideran que la huelga puede ser desconvocada siempre y cuando la empresa acepte tratar los temas que los trabajadores consideran que no se pueden demorar más, como por ejemplo la situación de la plantilla del canal de venta de billetes, la contratación de servicios de mantenimiento que podrían resolverse con recursos propios a empresas ajenas a Adif, además de un plan de movilidad forzosa para 400 trabajadores.
En caso de no alcanzarse un acuerdo entre ambas partes, la huelga se hará efectiva y será el Ministerio de Fomento quien imponga unos servicios mínimos, aunque hay que tener en cuenta que ese día es uno de los más importantes en cuanto a tránsito de viajeros en las estaciones de tren de España, pues es el comienzo de las vacaciones para muchas personas y el fin de las mismas para otras personas, que vuelven a sus ciudades a trabajar.
