Trinidad, en la porción centro-meridional de Cuba, constituye un punto de partida para recorridos de naturaleza y náutica, además de ser una ciudad con una arquitectura colonial sumamente conservada y de poseer fuertes tradiciones. Es un lugar verdaderamente interesante, sobre todo para quienes quieren conocer sitios vinculados a la cultura cubana.
La parte vieja de la villa impresiona por sus piedras de río, repartidas entre las calles, capaces de permitir a la imaginación trasladarse en el tiempo, como en un viaje al pasado. Sin embargo, ahora toma nuevos bríos con planes renovadores para permitirle un mayor y mejor turismo, a la par de preservar la historia del lugar y sus innumerables encantos.
El representante del Ministerio del Turismo (Mintur) para esa región de Cuba, Reinier Rendón, está convencido de que el futuro de la zona es brillante, sobre todo a partir de un inteligente desarrollo, sumamente significativo. Los proyectos responden a la estrategia del gobierno cubano de potenciar la industria recreativa en todo el país, la que tiene sus orígenes recientes en 1994, momento que marcó un antes y un después para este sector en Cuba.
